No es lo mismo entrevistar a una norteña de 26 años que gana 50 mil pesos mensuales en un prostíbulo VIP, que a una guatemalteca ilegal explotada en Puebla por 300 pesos a la semana. Ni es igual el travesti que controla la calle en Tlalpan con sus redes, que el adolescente gay de Cancún a quien indujeron a las drogas y a ser chichifo para pagarlas. En caso de que se prohibiera la prostitución, las “edecanes, acompañantes o masajistas” que sirven a la clase alta ¿seguirán operando desde las élites y para las élites? Hay quien propone la abolición, que implica mucho trabajo educativo para transformar nuestra visión de la sexualidad, del erotismo y las relaciones entre hombres y mujeres.
Legalizar la prostitución, establecer controles sobre quienes la ejercen y erradicar el lenocinio, o determinar jurídica y socialmente que constituye una práctica deshumanizante y debe ser abolida (dando opciones educativas y laborales a las personas). Así se sintetizan las posturas del próximo debate legislativo. El gran reto es entender si en verdad se puede separar la Trata de la prostitución no forzada. Aquí algunos datos y preguntas.
El debate académico, que resulta indispensable, debe analizar el creciente poder de las pequeñas y grandes mafias que promueven la mercadotecnia de la sexualidad adolescente como producto de consumo (no como libertad sexual). La demanda de sexo comercial con personas adultas y menores va al alza. Los hombres constituyen el 90% de los clientes y el 70% de líderes de las redes de explotación son varones ¿Asumen su responsabilidad los consumidores o están conscientes de su eventual complicidad? Y los que no consumen ¿donde están? Más de la mitad de las entrenadoras de esclavas sexuales son mujeres que forman parte de colectivos pro-legalización. Hay grupos de mujeres en la industria del sexo que no explotan a otras y se oponen a la Trata, pero han normalizado la violencia inherente.
Cada vez más cárteles operan centros nocturnos como negocios de lavado de dinero y tienen interés en que la prostitución persista tal como está. Los tratantes de personas las insertan en la industria del sexo comercial que crea fuentes económicas valiosas cuyos recursos benefician al Estado.
Por su parte, los líderes morales de comunidades gay (y TSL) deben revisar sus discursos sobre erotismo, sexualidad, violencia y explotación sexual, ante el creciente mercado sexual de hombres menores.
Debatir la Trata y la prostitución no es hablar de sexo, sino de construcciones culturales, relaciones humanas, erotismo, economía, violencia, migración, poder, ética y moral, de sexismo y racismo; de libertad, esclavitud y criminalidad. No hay respuesta fácil, sin embargo urge que este sea un debate informado y realista. En ello va la vida de millones de víctimas.
Lydia Cacho
Publicado en El Universal: http://www.eluniversal.com.mx/columnas/86437.html
La verdad es que no es un tema nada facil de tratar, a pesar de que el texto es buenísimo,con una exposición excelente. Para contradecir o afirmarse en alguna de las prefisas tengo que tirar de memoria y concretar con la experiencia propia o agena. A mis veinticinco años tengo un monton de amigas que me dicen no estar a la altura de las necesidades de sus novios. Otras ni se dan cuenta. Y las menos son las que gustan del sexo tanto como ellos. No veo ético que se busquen a otras mujeres, pero entiendo que el proceso químico que supone exige y casi obliga a lo que sea con tal de “descargar”. De ahí que vea necesaria la prostitución. Pero por otro lado esta nuestra situación, la de las mujeres, las verdadesras trabajadoras del sexo. Supongo que todo es empezar una vez que te ves en la necesidad de hacerlo. El siguiente paso es tu estilo o la suerte que tengas para trabajar en el primer o último eslavon. También influye, como no, la educación que hayas tenido para ver el sexo como algo divertido o como algo sucio. Esta quiniela de posibilidades da tantas alternativas que no es facil sabar por donde empezar. Así que no seré yo quien de la solución, aunque lo realmente cierto es que si hubiese un trabajo decente para todas habría mucha menos prostitución. Pero erradicarla es imposible, los hombres la necesitan, a menos que nos pongamos las pilas. Y eso hormonalmente me parece complicado.
Besos de Lulu
Lo que propones es un tema tan delicado como dificil.
En nuestros días, las nuevas tecnologías han cambiado un poco la forma de acceder al sexo por parte de los hombres, también de las mujeres por supuesto.
No lo sé, pero quizás éste pudiera ser un camino paralelo pero con mucho menos riesgos para la mujer y, sobre todo, sin depender de nadie ni verse obligada a caer en redes mafiosas.
Evidentemente el otro tipo de sexo seguirá existiendo mientras haya público que lo demande, pero la mujer tiene también algo que decir en todo esto. Deben luchar. Es duro, pero la vida nunca es facil. Es mi opinión.
“No es lo mismo entrevistar a una norteña de 26 años que gana 50 mil pesos mensuales en un prostíbulo VIP, que a una guatemalteca ilegal explotada en Puebla por 300 pesos a la semana”
Pero el motivo de los hombres de alquilarlas para uso sexual SÍ es el mismo. Se debería ampliar el concepto de violencia sexual para incluir el consumo de comercio sexual como un acto violencia sexual sin importar el consentimiento de las personas alquiladas.
Erradicar la prostituciòn serà misiòn imposible, pero si se puede hacer mucho por eliminar LA TRATA simplemente eliminando las corruptelas especialmente a altos niveles; a los que protegen este tràfico inhumano. El dar EDUCCIÒN como primer tèrmino y luego TRABAJO bien remunerado, ayudarìa a que muchas jovencitas que por una u otra razòn caen en la prostituciòn voluntaria y que en la mayorìa de los casos igualmente terminan en manos de alguien que ha de regentarlas-explotarlas, serìa otro gran paso, pero para ello deberemos de comenzar porque la educaciòn sea REALMENTE OBLIGATORIA por lo menos hasta la prepa., y si existen mecanismos para lograr eso,solo que no se hace, ni se harà mientras la educaciòn estè en manos de una persona tan corrupta como la “Chuquis” que sin decir ni agua va, se gasta 50,000 dòlares semestrales en una boutique de San Diego…El trabajo es DEMASIADO.Oajalà y no tengamos que vernos en manos de gobiernos de extrema izquierda nunca…Se lo estamos poniendo en bandeja de plata, a cualquiera de esos mesìas que suelen aparecer por ahì, con tanta impunidad,corrupciòn e indiferencia ,el futuro de las pròximas generaciones….despues, a llorar al valle…